sábado, 29 de octubre de 2011

LEOVIGILDO


En los dos siglos y cuarto de dominio visigodo en España, nadie más valorado y temido por sus contemporáneos que Leovigildo. Aunque fue el último de los reyes arrianos, su nombre es celebrado por Isidoro de Sevilla, la gran figura de los católicos antes de la invasión musulmana. Aunque mandó matar a su hijo Hermenegildo, rebelde y católico, los historiadores de la época de su otro hijo, Recaredo, convertido al catolicismo, valoran más al padre asesino que al hijo asesinado. Sólo mucho tiempo después, cuando ya la memoria de ambos se había borrado, San Hermenegildo, mártir, se impuso a Leovigildo.

Fue el primer visigodo que quiso ser rey al modo bizantino, es decir, romano, para lo cual empezó a vestirse de modo diferente; mejoró sustancialmente el código de Eurico, primero de los godos en España, anulando la ley que prohibía los matrimonios entre godos y romanos; acuñó moneda con su efigie y la de sus hijos; restableció las finanzas; unificó casi totalmente la Península en torno a Mérida y Toledo tras derrotar a todo el mundo, dentro y fuera de sus fronteras; en fin, a su muerte, en el 586, España era otra.