lunes, 10 de noviembre de 2014

LA CÁRCEL DE SAN VICENTE

La cárcel de San Vicente Mártir se encuentra en el interior de moderno edificio recayente a la Pl.Almoyna, donde se ha abierto una capilla que nos recuerda que según la tradición, es el lugar donde se encontraba la cárcel donde fue encerrado San Vicente Martir en el siglo IV. Bajo el edificio se han encontrado restos arqueológicos que reciben el nombre de Cripta Arqueológica de la Cárcel de San Vicente.
 
A la capilla se accede a traves de una portada formada por un arco de medio punto a la que flanquean dos columnas adosadas toscanas que sostienen un entablamento de metopas y triglifos. Por encima de este, un segundo cuerpo en cuyo nicho central encontramos una pequeña figura de San Vicente Mártir obra del escultor valenciano Rafael Orellano.
 
[Interior capilla de la Cárcel de San Vicente] La capilla que se dice fue mandada construir por el propio rey don Jaime, esta dividido en su interior por dos espacios separados por un arco apuntado. Al fondo de la estancia un altar, y un panel de "socarrats" representando una escena del martirio de San Vicente Mártir. En la clave de la bóveda encontramos la misma escena que en el panel de azulejos, una representación del martirio del santo, muy conocida y representada a lo largo de la historia. En la misma el santo esta sujeto al potro mientras le clavan unos garfios para romper su piel a tiras.
 
La Cripta arqueològica de la "Presó de Sant Vicent Màrtir" custodia una capilla de época visigoda descubierta en el curso de una excavación arqueológica. El edificio, que se encuentra en excepcional estado de conservación, tiene planta de cruz y cubierta abovedada, y en origen estaría unida a la catedral visigoda de la época (siglos VI-VII), formando parte del recinto episcopal. El hallazgo de dos grandes cistas de enterramiento en las esquinas al lado del ábside y de una tumba en el crucero, enmarcada entre cuatro soberbios canceles del presbiterio, lleva a pensar que la construcción tuviera un carácter funerario. En su interior se creé estaría enterrado un prelado valentino (Justiniano) de mediados del siglo VI. También se han encontrado restos de la cabecera de la catedral visigoda.
El edificio siguió en pie a lo largo del tiempo, siendo transformado en época islámica en baños del recinto palatino musulman. A principios del siglo XI se produjo una transformación importante del conjunto y quizás el asolamiento de parte de sus estructuras a juzgar por el estrato de derrumbe descubierto en las excavaciones, en el cual se hallaron gran cantidad de cerámicas y objetos suntuarios, algunos de los cuales pueden verse en la misma cripta.
 
Tras la conquista cristiana en el año 1238 (siglo XIII), sobre los restos que quedaban en pie del edificio (sólo el brazo norte del crucero), Jaime I mando edificar una capilla, dedicada a san Vicente Mártir, pues todavía se conservaba memoria de la vinculación del santo con el entorno, capilla que ha llegado hasta nuestros días y a la que se accede por la plaza de la Almoina.
 
Entre los elementos que encontramos en la cripta figuran un fragmento de pintura mural romána con representación del dios Mercurio, parte de un sarcófago esculturado paleocristiano, canceles visigóticos fechados en el siglo VII asi como diversas piezas de cerámica de los siglos X y XI.

La visita a la Cripta Arqueològica de Presó de Sant Vicent Màrtir constituye una asombrosa experiencia por la magnitud de los restos arqueológicos y por la espectacularidad del audiovisual que los acompaña.

Para investigar más: web cripta san vicente
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